La Atención Consciente, o Atención
Plena, mindfulness, o Sati como se la designa en pali, es una práctica en la
que tomamos conciencia de las distintas facetas de nuestra experiencia en el
momento presente. Podemos aprender a ser conscientes de cómo nos movemos, cómo
nos sentimos (tanto física como emocionalmente), y cómo respondemos o
reaccionamos ante cada momento de la vida. Esta cualidad de conciencia es la
base de toda vida creativa, ya que nos permite ser honestos, pragmáticos,
despiertos, valientes, y vivir con un sentido profundo de iniciativa.
Normalmente, solemos prestar
atención a las actividades del momento sólo con una pequeña parte de nosotros
mismos, mientras la mente y los pensamientos están en otra cosa completamente.
Vivimos en el modo “piloto automático”, ocupándonos de nuestras cosas con muy
poca conciencia de los detalles de nuestra experiencia del momento - ni
siquiera de las intenciones que motivan nuestras acciones.
Cultivando la atención consciente,
podemos aprender a tener mucha más sensibilidad para el proceso de reacción
casi permanente que experimentamos en respuesta a todo lo que nos afecta en la
vida. Podemos hacernos conscientes de las tensiones opuestas que crean nuestros
impulsos de evitar las cosas que no nos gustan y de prolongar las experiencias
que nos proporcionan placer. Puede que esto