sábado, 24 de diciembre de 2016

El sentido de la vida según el Yoga



Entrevista a Jorge Bidondo: www.yogaypsicologia.com
 Maestro de Yoga. Presidente de la Federación de Yoga de la República Argentina, Miembro de honor de la Asociación Internacional de Yoga Terapéutico U.S.A.
 No desconocemos que el yoga es una práctica milenaria y que, en cambio, nos encontramos en el siglo XXI. Desde el punto de vista conceptual, aquí y ahora, ¿qué nos puede decir el yoga sobre el sentido de la vida?
Desde la perspectiva del yoga, el sentido de la vida es el aprendizaje. Estamos aquí con la intención de "aprender". Podríamos decir: ¿qué es lo que tenemos que aprender? Pues aprender a conocernos, en principio, a saber quiénes somos. Todo este trabajo que plantea el yoga está destinado al autoconocimiento, al autodescubrimiento, y así es cómo vamos deambulando por esta vida, pasando de experiencia en experiencia, y en estas experiencias es donde tenemos que "aprender" justamente.
“Todo el trabajo que plantea el yoga está destinado al autoconocimiento, al autodescubrimiento.”
Lo que nos propone el yoga es una cantidad de técnicas que han sido desarrolladas a través de miles de años y que han sido probadas por millones de practicantes. Nos propone una forma de conocernos, un camino que a su vez es múltiple, con muchas
opciones dentro de ese "gran camino" que los yoguis llamamos Yoga Vidya. Esto lo digo en "femenino" porque, cuando uno habla de "todo" lo que puede estar englobado bajo el titulo de Yoga, entonces lo decimos en femenino:"Vidya" es la Ciencia del Yoga.
Este inmenso camino tiene múltiples caminos internos que son como soluciones a este objetivo que tiene el ser humano de autoconocimiento y que van ofreciéndole distintas opciones, distintas formas de conocerse. Pues ninguno de nosotros es igual, pero los yoguis dicen que los seres humanos podríamos agruparnos bajo por lo menos, siete grandes grupos. Y, dentro de estos grandes grupos, la Yoga Vidya va proponiendo distintos "senderos", que a su vez internamente pueden tener gran cantidad de rumbos, que a veces se entrecruzan entre sí. Por eso a veces es difícil tener una visión completa y global de lo que es la yoga Vidya. Sobre todo aquí en Occidente, donde todo ese desarrollo no se hizo dentro de esa cultura, se hizo dentro de otra cultura.
Hablando de distintas culturas, parece que la búsqueda del sentido de la vida desde el yoga es distinta en una u otra cultura.  
El tema es éste: de alguna manera, todo ser humano, a nivel inconsciente, en algún momento de su vida se plantea: ¿de dónde vengo?, ¿cuál es mi origen ? Y empieza a buscarlo. ¿Qué pasó? Mi maestro de la India decía: en Occidente buscaron a Dios hacia "fuera", nosotros aquí lo hemos buscado hacia "dentro". Cuando aquí se piensa en un yogui, inmediatamente nos viene una imagen de un señor con taparrabos, sentado en una selva o una montaña, solo. Y quieto, además, mirándose hacia adentro, buscando hacia adentro. Pero eso en Oriente podría ser considerado una acción científica: esta persona está haciendo experimentos, trabajando en el autodescubrimiento. Aquí en Occidente, si habláramos por ejemplo de un científico, lo imaginaríamos mirando en un microscopio o en un telescopio, buscando hacia afuera.
Pero si uno se plantea qué busca el yogui en la India y qué el científico en Occidente, ambos buscan lo mismo. Consciente o inconscientemente, ambos buscan el Origen. El punto está en lo siguiente: aquí en Occidente hemos dirigido la atención de esta búsqueda hacia fuera. En Oriente se la dirigió hacia dentro. La búsqueda es la misma, es la búsqueda natural del ser humano. De pronto, la diferencia radica en que uno pueda ir hacia un extremo y que eso lo conduzca a algo. Pero, en realidad hay un momento en el que los extremos (esto es muy conocido con el símbolo de Yin y Yan), cuando uno abunda demasiado en algo, terminan llevando justo al otro lado, porque todo en el universo es dual y la dualidad es complementaria. Y uno necesita de ambas partes.
Entonces, pienso que la evolución del yoga como tal ha ido pasando de ser una práctica individual y de total interiorización en el mundo del individuo, a ser actualmente una práctica que tiende a ser mucho más una mirada pareja, tanto hacia dentro como hacia fuera. Sin descuidar nada. Creo que el yoga de esta época no es que haya cambiado, porque esencialmente es lo mismo, la búsqueda es la misma, la mecánica es la misma, pero no se dirige sólo hacia dentro sino que está buscando un equilibrio, así como la ciencia en Occidente también está buscando un equilibrio.
“La evolución del yoga ha ido pasando de ser una práctica individual y de total interiorización en el mundo del individuo, a ser actualmente una práctica que tiende a ser mucho más una mirada pareja, tanto hacia dentro como hacia fuera.”
El yoga no ha cambiado: hay otro tipo de personas, es otro momento en el tiempo y en la búsqueda dentro de esa inmensa trama de caminos y senderos pequeños que se entrecruzan ... creo en el yoga como algo vivo, algo que no es rígido. En realidad, para ser yoguis no tenemos que meternos en una horma. A veces, cuando hacemos esto, ¿qué pasa? Este yoga que estábamos buscando para que aliviara nuestras tensiones, para que nos relajara, para que nos llevara a un estado de mayor armonía, de mayor paz, de mayor felicidad, al ser ésta una forma que fue diseñada para "otro tiempo ", para otro lugar, nos crea muchas más presiones o tantas como las que nos crea la vida moderna. Y, en lugar de equilibrarnos, nos desequilibra. Esto ocurre cuando se toma al yoga como algo rígido. Pero, si se lo ve como algo vivo, algo que uno tiene que "hacer", pues cada yogui hace "su" yoga, cada yogui recrea “su” yoga, lo vuelve a crear. Según mi criterio, uno debe aprovechar toda esta experiencia milenaria, pero adaptándola a sus necesidades, a sus condiciones, a este momento, a este lugar donde estamos.
Aquí surgen dos cuestiones. Por desinformación, alguna gente sitúa al yoga como una religión que proviene de un país místico como India; y otros, que tal vez tuvieron una proximidad, no le ven la arista espiritual y piensan que es solamente una técnica, un recurso como "hacer gimnasia ". ¿Cómo tener una visión más completa?
Dado que este conocimiento nos llega desde Asia, sucede que en la India la visión de lo "sagrado" a veces es distinta de la que tenemos en Occidente. Por ejemplo, aquí las cosas "sagradas" están en un lugar. Por ejemplo, en la iglesia, en lo relativo a la religión. En la India lo sagrado está en todos lados, no en ninguno en concreto. Uno va a la orilla del río: es sagrado; pero los peces también son sagrados, el agua de la lluvia es sagrada, las nubes son sagradas, el sol es sagrado, la tierra es sagrada, tu casa es sagrada, tu mujer es sagrada, tus hijos son sagrados y tú eres sagrado. No hay algo que sea sagrado y algo que no sea sagrado.
Bajo esta premisa, en India al yoga se lo vive tan ligado a la religión que, cuando los hindúes lo empezaron a transmitirlo a Occidente, no repararon en desprenderlo de este vínculo, porque están acostumbrados a vivirlo así, completamente ligado a sus creencias y a sus religiones. Ello produjo confusión en Occidente, llegando a pensarse que el yoga era algo inseparable de las religiones orientales, cuando en realidad no es así.
El yoga es un conjunto de enseñanzas, un conjunto de herramientas que van destinadas a satisfacer las necesidades del ser humano. Que son principalmente de tres tipos: físicas, mentales y espirituales. Luego estos yoguis, estas personas que han entregado años de vida, generaciones y generaciones a desarrollar y perfeccionar esos caminos de autoconocimiento, han ido creando herramientas para cada momento de la vida. Hay un yoga para bebés, e incluso hay un yoga hasta para antes de nacer (cuando uno está en el vientre de su mamá), hay un yoga para jóvenes, para todas las edades y para todos los momentos de la vida. Cada uno tiene sus herramientas específicas para ayudar a transitar en momentos distintos de la vida. Por eso hay tantos métodos. Hay unos 480 métodos bien diferenciados entre sí y después otros miles de métodos cuyos límites y características ya no están tan claros. La variedad es inmensa.
“El yoga es un conjunto de enseñanzas, un conjunto de herramientas que van destinadas a satisfacer las necesidades del ser humano. Que son principalmente de tres tipos: físicas, mentales y espirituales.”
Por lo tanto, el yoga es un conjunto de enseñanzas útiles para aplicar a cualquier persona, sin importar las creencias que tenga, ni el lugar donde viva; en esto, la religión no tine nada que ver. Pero sí tiene que ver la espiritualidad. Como aquí estamos acostumbrados a ver que sólo la religión apunta a lo espiritual, entonces tendemos a creer que esto tiene que ver forzosamente con la religión. Pero esta confusión es simplemente una cuestión cultural.
En esta época actual tan turbulenta y dramática, con enorme caudal de confusión y de cambios, ¿qué se le puede decir afectuosamente a toda persona que eventualmente se aproxime al yoga para desentrañar algún sentido de su vida, de forma que se sienta más coprotagonista que objeto de algo que le vienen a proponer para que lo asuma, simplemente confiando en la palabra del otro?
En principio, el yoga tiene mucho que darnos en este momento. Está diseñado para ayudarnos a trabajar sobre la problemática, las necesidades del ser humano, que esencialmente siempre van a ser las mismas. Serán distintas en la forma externa, pero en esencia son siempre las mismas, porque el ser humano sigue siendo el mismo desde que apareció aquí en la Tierra. Entonces, el yoga aporta un conjunto de recursos que dan resultados muy concretos y rápidos. Lo cuál no quiere decir que en muy poco tiempo uno ya lo tenga, ya lo logre. Quiero decir que en muy poco tiempo uno se va a dar cuenta de que empiezan a aparecer cambios. Uno tiene que estar atento a estos cambios. A ver si realmente nos acercan o no al equilibrio, porque puede ser que uno esté haciendo mal su yoga, y en vez de generarse felicidad, paz, armonía, esté generándose lo contrario. Uno tiene que estar atento.
Esta es la principal comprobación: paso a paso ir revisando si la práctica nos crea tensión o nos libera tensión. Si nos facilita o nos complica. Eso en el nivel de la práctica personal. Y, en cuanto a la elección de uno de esos pequeños caminos que mencionaba, yo recomendaría que busquemos primero en los senderos tradicionales en los que se apoya la tradición milenaria. Y, después, con un cierto conocimiento y firmeza en los conceptos esenciales, poder abrirnos a todo lo que el individuo necesite y quiera o sienta que le hace falta para darle sentido a su vida.
Pero, en principio, para no caer en un camino que quizá no esté suficientemente probado, sería útil ver el linaje, la tradición, de donde surge la enseñanza, de dónde viene. Según el yoga, insisto, estamos aquí para "aprender"; es un recurso que nos va a ayudar en tal aprendizaje. La clave es un yoga "vivo" , actualizado, que no ofrezca más limitaciones que soluciones.

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