Entrevista a Jorge Bidondo: www.yogaypsicologia.com
Maestro de Yoga. Presidente de la Federación de Yoga de la República
Argentina, Miembro de honor de la Asociación Internacional de Yoga Terapéutico
U.S.A.
No desconocemos que el yoga es una práctica milenaria y que, en cambio,
nos encontramos en el siglo XXI. Desde el punto de vista conceptual, aquí y
ahora, ¿qué nos puede decir el yoga sobre el sentido de la vida?
Desde la perspectiva del yoga, el
sentido de la vida es el aprendizaje. Estamos aquí con la intención de
"aprender". Podríamos decir: ¿qué es lo que tenemos que aprender?
Pues aprender a conocernos, en principio, a saber quiénes somos. Todo este trabajo
que plantea el yoga está destinado al autoconocimiento, al autodescubrimiento,
y así es cómo vamos deambulando por esta vida, pasando de experiencia en
experiencia, y en estas experiencias es donde tenemos que "aprender"
justamente.
“Todo el trabajo que plantea el yoga está destinado al
autoconocimiento, al autodescubrimiento.”
Lo que nos propone el yoga es una
cantidad de técnicas que han sido desarrolladas a través de miles de años y que
han sido probadas por millones de practicantes. Nos propone una forma de
conocernos, un camino que a su vez es múltiple, con muchas
opciones dentro de
ese "gran camino" que los yoguis llamamos Yoga Vidya. Esto lo digo en
"femenino" porque, cuando uno habla de "todo" lo que puede
estar englobado bajo el titulo de Yoga, entonces lo decimos en
femenino:"Vidya" es la Ciencia del Yoga.
Este inmenso camino tiene múltiples
caminos internos que son como soluciones a este objetivo que tiene el ser
humano de autoconocimiento y que van ofreciéndole distintas opciones, distintas
formas de conocerse. Pues ninguno de nosotros es igual, pero los yoguis dicen
que los seres humanos podríamos agruparnos bajo por lo menos, siete grandes
grupos. Y, dentro de estos grandes grupos, la Yoga Vidya va proponiendo
distintos "senderos", que a su vez internamente pueden tener gran
cantidad de rumbos, que a veces se entrecruzan entre sí. Por eso a veces es
difícil tener una visión completa y global de lo que es la yoga Vidya. Sobre
todo aquí en Occidente, donde todo ese desarrollo no se hizo dentro de esa
cultura, se hizo dentro de otra cultura.
Hablando de distintas culturas, parece que la búsqueda
del sentido de la vida desde el yoga es distinta en una u otra cultura.
El tema es éste: de alguna manera,
todo ser humano, a nivel inconsciente, en algún momento de su vida se plantea:
¿de dónde vengo?, ¿cuál es mi origen ? Y empieza a buscarlo. ¿Qué pasó? Mi
maestro de la India decía: en Occidente buscaron a Dios hacia
"fuera", nosotros aquí lo hemos buscado hacia "dentro".
Cuando aquí se piensa en un yogui, inmediatamente nos viene una imagen de un
señor con taparrabos, sentado en una selva o una montaña, solo. Y quieto,
además, mirándose hacia adentro, buscando hacia adentro. Pero eso en Oriente podría
ser considerado una acción científica: esta persona está haciendo experimentos,
trabajando en el autodescubrimiento. Aquí en Occidente, si habláramos por
ejemplo de un científico, lo imaginaríamos mirando en un microscopio o en un
telescopio, buscando hacia afuera.
Pero si uno se plantea qué busca el
yogui en la India y qué el científico en Occidente, ambos buscan lo mismo.
Consciente o inconscientemente, ambos buscan el Origen. El punto está en lo
siguiente: aquí en Occidente hemos dirigido la atención de esta búsqueda hacia
fuera. En Oriente se la dirigió hacia dentro. La búsqueda es la misma, es la
búsqueda natural del ser humano. De pronto, la diferencia radica en que uno
pueda ir hacia un extremo y que eso lo conduzca a algo. Pero, en realidad hay
un momento en el que los extremos (esto es muy conocido con el símbolo de Yin y
Yan), cuando uno abunda demasiado en algo, terminan llevando justo al otro
lado, porque todo en el universo es dual y la dualidad es complementaria. Y uno
necesita de ambas partes.
Entonces, pienso que la evolución
del yoga como tal ha ido pasando de ser una práctica individual y de total
interiorización en el mundo del individuo, a ser actualmente una práctica que
tiende a ser mucho más una mirada pareja, tanto hacia dentro como hacia fuera.
Sin descuidar nada. Creo que el yoga de esta época no es que haya cambiado,
porque esencialmente es lo mismo, la búsqueda es la misma, la mecánica es la
misma, pero no se dirige sólo hacia dentro sino que está buscando un
equilibrio, así como la ciencia en Occidente también está buscando un
equilibrio.
“La evolución del yoga ha ido pasando de ser una
práctica individual y de total interiorización en el mundo del individuo, a ser
actualmente una práctica que tiende a ser mucho más una mirada pareja, tanto hacia
dentro como hacia fuera.”
El yoga no ha cambiado: hay otro
tipo de personas, es otro momento en el tiempo y en la búsqueda dentro de esa
inmensa trama de caminos y senderos pequeños que se entrecruzan ... creo en el
yoga como algo vivo, algo que no es rígido. En realidad, para ser yoguis no
tenemos que meternos en una horma. A veces, cuando hacemos esto, ¿qué pasa?
Este yoga que estábamos buscando para que aliviara nuestras tensiones, para que
nos relajara, para que nos llevara a un estado de mayor armonía, de mayor paz,
de mayor felicidad, al ser ésta una forma que fue diseñada para "otro
tiempo ", para otro lugar, nos crea muchas más presiones o tantas como las
que nos crea la vida moderna. Y, en lugar de equilibrarnos, nos desequilibra. Esto
ocurre cuando se toma al yoga como algo rígido. Pero, si se lo ve como algo
vivo, algo que uno tiene que "hacer", pues cada yogui hace
"su" yoga, cada yogui recrea “su” yoga, lo vuelve a crear. Según mi
criterio, uno debe aprovechar toda esta experiencia milenaria, pero adaptándola
a sus necesidades, a sus condiciones, a este momento, a este lugar donde
estamos.
Aquí surgen dos cuestiones. Por desinformación, alguna
gente sitúa al yoga como una religión que proviene de un país místico como
India; y otros, que tal vez tuvieron una proximidad, no le ven la arista
espiritual y piensan que es solamente una técnica, un recurso como "hacer
gimnasia ". ¿Cómo tener una visión más completa?
Dado que este conocimiento nos llega
desde Asia, sucede que en la India la visión de lo "sagrado" a
veces es distinta de la que tenemos en Occidente. Por ejemplo, aquí las cosas
"sagradas" están en un lugar. Por ejemplo, en la iglesia, en lo
relativo a la religión. En la India lo sagrado está en todos lados, no en ninguno
en concreto. Uno va a la orilla del río: es sagrado; pero los peces también son
sagrados, el agua de la lluvia es sagrada, las nubes son sagradas, el sol es
sagrado, la tierra es sagrada, tu casa es sagrada, tu mujer es sagrada, tus
hijos son sagrados y tú eres sagrado. No hay algo que sea sagrado y algo que no
sea sagrado.
Bajo esta premisa, en India al yoga
se lo vive tan ligado a la religión que, cuando los hindúes lo empezaron a
transmitirlo a Occidente, no repararon en desprenderlo de este vínculo, porque
están acostumbrados a vivirlo así, completamente ligado a sus creencias y a sus
religiones. Ello produjo confusión en Occidente, llegando a pensarse que el
yoga era algo inseparable de las religiones orientales, cuando en realidad no
es así.
El yoga es un conjunto de enseñanzas,
un conjunto de herramientas que van destinadas a satisfacer las necesidades del
ser humano. Que son principalmente de tres tipos: físicas, mentales y
espirituales. Luego estos yoguis, estas personas que han entregado años de
vida, generaciones y generaciones a desarrollar y perfeccionar esos caminos de
autoconocimiento, han ido creando herramientas para cada momento de la vida.
Hay un yoga para bebés, e incluso hay un yoga hasta para antes de nacer (cuando
uno está en el vientre de su mamá), hay un yoga para jóvenes, para todas las
edades y para todos los momentos de la vida. Cada uno tiene sus herramientas
específicas para ayudar a transitar en momentos distintos de la vida. Por eso
hay tantos métodos. Hay unos 480 métodos bien diferenciados entre sí y después
otros miles de métodos cuyos límites y características ya no están tan claros.
La variedad es inmensa.
“El yoga es un conjunto de enseñanzas, un conjunto de
herramientas que van destinadas a satisfacer las necesidades del ser humano.
Que son principalmente de tres tipos: físicas, mentales y espirituales.”
Por lo tanto, el yoga es un conjunto
de enseñanzas útiles para aplicar a cualquier persona, sin importar las
creencias que tenga, ni el lugar donde viva; en esto, la religión no tine nada
que ver. Pero sí tiene que ver la espiritualidad. Como aquí estamos
acostumbrados a ver que sólo la religión apunta a lo espiritual, entonces
tendemos a creer que esto tiene que ver forzosamente con la religión. Pero esta
confusión es simplemente una cuestión cultural.
En esta época actual tan turbulenta y dramática, con
enorme caudal de confusión y de cambios, ¿qué se le puede decir afectuosamente
a toda persona que eventualmente se aproxime al yoga para desentrañar algún
sentido de su vida, de forma que se sienta más coprotagonista que objeto de
algo que le vienen a proponer para que lo asuma, simplemente confiando en la
palabra del otro?
En principio, el yoga tiene
mucho que darnos en este momento. Está diseñado para ayudarnos a trabajar sobre
la problemática, las necesidades del ser humano, que esencialmente siempre van
a ser las mismas. Serán distintas en la forma externa, pero en esencia son
siempre las mismas, porque el ser humano sigue siendo el mismo desde que
apareció aquí en la Tierra. Entonces, el yoga aporta un conjunto de recursos
que dan resultados muy concretos y rápidos. Lo cuál no quiere decir que en muy
poco tiempo uno ya lo tenga, ya lo logre. Quiero decir que en muy poco tiempo
uno se va a dar cuenta de que empiezan a aparecer cambios. Uno tiene que estar
atento a estos cambios. A ver si realmente nos acercan o no al equilibrio,
porque puede ser que uno esté haciendo mal su yoga, y en vez de generarse
felicidad, paz, armonía, esté generándose lo contrario. Uno tiene que estar
atento.
Esta es la principal comprobación:
paso a paso ir revisando si la práctica nos crea tensión o nos libera tensión.
Si nos facilita o nos complica. Eso en el nivel de la práctica personal. Y, en
cuanto a la elección de uno de esos pequeños caminos que mencionaba, yo
recomendaría que busquemos primero en los senderos tradicionales en los que se
apoya la tradición milenaria. Y, después, con un cierto conocimiento y firmeza
en los conceptos esenciales, poder abrirnos a todo lo que el individuo necesite
y quiera o sienta que le hace falta para darle sentido a su vida.
Pero, en principio, para no caer en
un camino que quizá no esté suficientemente probado, sería útil ver el linaje,
la tradición, de donde surge la enseñanza, de dónde viene. Según el yoga,
insisto, estamos aquí para "aprender"; es un recurso que nos va a
ayudar en tal aprendizaje. La clave es un yoga "vivo" , actualizado,
que no ofrezca más limitaciones que soluciones.
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