La Atención Consciente, o Atención
Plena, mindfulness, o Sati como se la designa en pali, es una práctica en la
que tomamos conciencia de las distintas facetas de nuestra experiencia en el
momento presente. Podemos aprender a ser conscientes de cómo nos movemos, cómo
nos sentimos (tanto física como emocionalmente), y cómo respondemos o
reaccionamos ante cada momento de la vida. Esta cualidad de conciencia es la
base de toda vida creativa, ya que nos permite ser honestos, pragmáticos,
despiertos, valientes, y vivir con un sentido profundo de iniciativa.
Normalmente, solemos prestar
atención a las actividades del momento sólo con una pequeña parte de nosotros
mismos, mientras la mente y los pensamientos están en otra cosa completamente.
Vivimos en el modo “piloto automático”, ocupándonos de nuestras cosas con muy
poca conciencia de los detalles de nuestra experiencia del momento - ni
siquiera de las intenciones que motivan nuestras acciones.
Cultivando la atención consciente,
podemos aprender a tener mucha más sensibilidad para el proceso de reacción
casi permanente que experimentamos en respuesta a todo lo que nos afecta en la
vida. Podemos hacernos conscientes de las tensiones opuestas que crean nuestros
impulsos de evitar las cosas que no nos gustan y de prolongar las experiencias
que nos proporcionan placer. Puede que esto
sea especialmente fuerte en el caso
de las personas que viven con dolor o enfermedad, y es probable que sea una
reacción automática, incluso ciega: amoldamos y cambiamos lo que hacemos
para intentar evitar las sensaciones desagradables, sin ser realmente honestos,
ni siquiera conscientes, acerca de lo que está ocurriendo. En consecuencia, no
dejamos de añadir sufrimiento secundario a las sensaciones desagradables del
dolor o enfermedad, lo que acaba reduciendo nuestra calidad de vida global.
Reflexión
Mindful: “Recuerda un momento en el que
estuvieras felizmente absorto en una actividad...”
La mayoría de las personas también
tiene el hábito muy arraigado de recubrir su experiencia con una sucesión de
puntos de vista, opiniones y juicios. Esto ocurre casi al mismo tiempo que los
acontecimientos en sí, lo que les dificulta mucho encontrar algún sentido de
espacio o iniciativa mientras se encuentran rebotando entre una reacción y
otra. Con la Atención Consciente, podemos cambiar esto. Podemos aprender a
desarrollar una conciencia exacta en cada momento de lo que es nuestra
experiencia en realidad, en vez de encerrarnos en estos hábitos reactivos de
pensamiento distorsionado acerca de nuestra experiencia. Esto nos permite tener
algo como un espacio en el que podemos tomar decisiones más ponderadas - lo que
a su vez nos ayuda a darnos cuenta plenamente de las posibilidades enormes de
elección que tenemos en la vida.:
Seis pasos
hacia la libertad y la auténtica felicidad.
Conforme vamos poco a poco desenmarañando todas las
capas y velos que hemos elaborado en reacción a nuestras sensaciones de dolor,
podemos aprender a estar con nuestra experiencia en el momento de una manera
honesta y sencilla. Y esto nos da la oportunidad de interponer un momento de
elección antes de caer en la tupida red de las reacciones automáticas.
Es posible que haya cosas que no
podemos cambiar, como el dolor, la enfermedad o una circunstancia difícil, pero
al menos podemos darnos cuenta de cómo reaccionamos o respondemos a todo lo que
nos ocurre, y desarrollar estrategias para cambiar la relación que tenemos con
nuestras circunstancias. Mediante la Atención Consciente o mindfulness, podemos
aprender a transformar cualquier momento en el que podríamos sentirnos una
víctima de las circunstancias en un momento de honestidad, iniciativa y
confianza.
www.respiravida.net/que-es-la-atencion-consciente-o-mindfulness
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